Manda la tradición, que los cumpleaños de los amigos, hay que celebrarlos como Dios manda.
Mandan nuestras tradiciones, que el cumple de Lauriki se celebra en Calafell. Tras un año de receso (seguramente, porque aún recordabamos lo agotador de la última celebración), hemos vuelto a la carga. Algunos no estaban, y los he echado de menos. Algunos estaban, como siempre, y los hemos echado de más, a ratos, como siempre. Algunos eran nuevos, y pronostico que volverán. Nosotras, llevamos tantos años que no los sabemos ni contar.
He vuelto a reirme mucho, he vuelto a dormir muy poco, aunque muy bien acompañada. Esta vez no hubo pastel. La sangría quedó más suave que la última, pero se acabó igual. Las cartas han vuelto a aliarse en mi contra para hacerme perder. He vuelto a beber más de lo sano. El mojito mejora el repertorio. La comida también mejora considerablemente, aunque siga basándose en patatas y ruedecitas. La cerveza no ha faltado, y yo tampoco. Tengo 120 fotos para seleccionar.
El verano 2007 fue, seguramente, el mejor hasta la fecha, o al menos, uno de ellos. El verano 2009, no va nada mal. Y me voy a dormir, que amenazo con aporrear el teclado con mi cabeza, o empezar con un texto tan rosa que os haga vomitar...
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