sábado, 28 de enero de 2012

Y ahora, Spanair

Leo al levantarme que Spanair ha cerrado. Intento recordar dónde leí o escuché esta semana que querían ampliar rutas internacionales.

Buceo por el hashtag #spanair, en twitter, y nadie parece haber oído lo mismo. Sin embargo, descubro que esa empresa privada ha costado muchos millones a entidades públicas. Las cifras son imprecisas, se contradicen, pero existen. Ya ni siquiera me sorprende, pero no consigo entenderlo.

Señores dirigentes, politicuchos elegidos y amiguetes varios puestos a dedo en la dirección de alguna comisión, cobrando en un mes lo que cobro yo en un año, escuchen: se les elige porque se supone que están ustedes bien preparados, o al menos, son capaces de contratar a gente bien preparada a su cargo. Existe una cosa llamada planificación empresarial. Planes de negocio.

Una empresa privada no está obligada a hacerlo, soy ingeniera, el método de prueba y error es algo perfectamente válido en mi cuadriculada cabeza. Pero, una empresa pública sí.

Y, si una empresa privada quiebra, debe quebrar. Nadie rescatará a mi tío el barbero si ahora los hombres prefieren las peluqueras. Ni a mi jefe, que da trabajo a un centenar de personas. Basta ya de subvencionar empresas privadas que se mueven sin ton ni son, porque saben que papá vendrá corriendo cuando se caigan. Basta ya de rescatar bancos para permitir que sus directivos cobren primas millonarias, pero no para prestar dinero a nuevos empresarios, ni a currantes que reciben una mísera nómina a final de mes.

Apenas entiendo de términos jurídicos, así que no me atrevo a discernir si debe ser civil o penal, pero lo que debe haber es responsabilidad para todos. Para los directivos que hunden empresas, y sobretodo, para aquellos cargos que malversan nuestro dinero regalandoselo a directivos que nunca debieron llegar a serlo.

jueves, 12 de enero de 2012

Despierta España!

Hoy he recibido uno de esos correos que gusta leer. Una propuesta de enmienda de la Constitución Española. 7 propuestas que afectan directamente a los salarios y los privilegios de los diputados.

1. El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y no tendrá jubilación proveniente solamente por el mandato.

2. El diputado contribuirá a la Seguridad social. Todo el mundo (pasado, presente y futuro) actualmente el fondo de jubilación del Congreso pasará al régimen vigente de la Seguridad Social inmediatamente. El diputado participará de los beneficios dentro del régimen de la S.Social exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede ser usado para ninguna otra finalidad.

3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles.

4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario.

5. El diputado dejará su seguro actual de salud y participará del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles.

6 El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los españoles

7. Servir en el Congreso es un honor, no una carrera. Los diputados deben cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas), después irse a casa y buscar empleo.

Lástima que tendrían que votarlo los propios diputados.